Hay un Arquitecto extremadamente gordo rondando por aqui en la oficina, no digo que me caiga gordo, sino que es gordo por naturaleza y no es mi culpa, pero si es mi culpa tener un ataque de dislexia cada 5 minutos, de repente confundo numeros y los cambio de posicion, por ejemplo el 124 se vuelve 421, mi punto focal no es preciso que se me van detalles como ese. El caso es que este amigo gordo ha irrumpido una y otra vez con preguntas absurdas, rie por cualquier cosa y esta detras de una arquitecta que esta por aqui tambien, sin temor a mentir debe pesar mas de 100 kilos mientras que la chica solo esta a la mita de su peso, insisto, no me cae mal, pero me mola que cada cinco minutos tenga un pendiente, -donde va esta puerta?-, -Estas de acuerdo con el color-., -pues ya hemos quedado eh!-. repito por enesima vez, no me cae mal, no afecta mi vida ni nada, pero he subido a fumar a la azotea, mirado los autos de la avenida, pensado en el suicidio un par de veces y no ha parado de estar a mi lado cada segundo, es mi pretexto para no suicidarme, eso lo tolero perfectamente, pero lo que no tolero y si me cael sumamente mal del tipo es, que no me deje fumar un cigarro con la paz que se debe.