De esas noches que se tienen que repetir de vez en cuando. El tiempo paso desapercibido, como si no hubiera que regresar, es logico que cuando no existe tension, la comunicacion con aquellos que siguen el mismo rito nocturno es muy fluida, en este caso fluyo sin problemas. La sopresa primera es que la caja de los cambios de dinero por los boletos habia cambiado todo, peor aun, esta solo a unos pasos del servicio, asi que mientras uno esperaba a cambiar los devaluados billetes mexicanos, se podia platicar libremente con la chica de al lado, el gay de enfrente y hasta el mesero que se pasea en un ir y venir, como en el laberinto entre tanta gente que generalmente asiste al lugar en el orden de los 19 años hasta el despistado 50ton. del rollo hippie retro.
Paso que nunca habia probado el famoso "Mojito", mezcla rara de la globalizacion, algo de azucar, yerbabuena, vodka, limon y "harto" "yelo". Mientras el mesero machacaba la yerbabuena, nos advertia que la bebida en comento, (mojito), es afrodisiaca, (caray, que suerte tuve esa noche.....), al final tan solo me di cuenta que una buena cerveza ayuda a la abstinencia. La musica como siempre, de maravilla, o quizas excelente para quienes les late el ruido de los 80s. Por cierto que mala es la musica mexicana contemporanea, hay que tener cuidado de no corromper la imagen buena que existe sobre nosotros. En fin, el fin justifica los medios, aunque este tipo de medios...........que bah!, Buena noche desde Cd. de Mexico.